1946
Nace en Medellín el 8 de mayo, hijo de Albán Cano (hijo a su vez del escultor Ignacio Cano y sobrino del pintor Francisco Antonio Cano) y de Maruja Gaviria Hernández. Cursa estudios primarios y secundarios en el Instituto San Carlos
(hermanos de
1964
Obtiene su grado de bachillerato.
1965
Se vincula como profesor de filosofía y psicología en el mismo Instituto San Carlos, y comienza estudios generales y de sociología en
1966
Es nombrado profesor asistente de sociología en la misma Universidad y colabora como miembro del equipo de Investigación dirigido por Daniel Pecaut, quien en 1967 lo recomendará a Alain Turaine. Por participar en la huelga de ese año se le impone la “matrícula condicional” y decide abandonar la universidad y la ciudad.
Publica durante ese año y el siguiente sus primeros artículos en el suplemento literario del periódico El Colombiano dirigido por Carlos Castro Saavedra.
1967
Acerca de su vida fuera de la universidad, refiere Cano Gaviria, “escribí una novela y me fui a Bogotá con el manuscrito, para el concurso nadaista de novela, y 10 pesos... Dormía donde podía, incluso en un prostíbulo, y comía de contrabando en
1968
Fija su residencia en Bogotá y entra a trabajar en la mítica librería Buchholz fundada por el alemán Karl Buchholz, quien desde 1960 había creado la revista Eco, publicación fundamental en la historia de la cultura colombiana que, bajo la dirección de Hernando Valencia Goelkel, Ernesto Volkening, Nicolás Suescún, y finalmente Juan Gustavo Cobo Borda, dio a conocer nuevos autores y obras, en especial del ámbito Centro-Europeo. Pero, además, contribuyó a reunir y formar a un destacado grupo de intelectuales y escritores colombianos. En esta revista, aparte de numerosas reseñas, Cano Gaviria publica tres cuentos: “Los Charcos” (No 96, 1968), “Historia del hombre que se sentía viejo” (No 102, 1969), y “Fragilidad de los cristales” (No 148, 1972).
En la columna periodística Desde la Buchholz que publica El Espectador, escribe de críticas de cine y de libros, y colabora en el Suplemento literario del periódico El Siglo, dirigido por María Mercedes Carranza. En septiembre viaja a París con el anhelo de hacer realidad, como refiere Juan Felipe Robledo, “su gran sueño de ser alumno de Roland Barthes”**.
En Paris conoce a Roland Barthes, que deja una honda huella en él, y a Severo Sarduy, y se impregna del ambiente post-revolucionario del movimiento estudiantil de mayo 68. En su novela En
1969
Dos de sus cuentos son recogidos en antología: “Cuando pase el ciego" en la antología Catorce cuentistas de Casa de las Américas de
Hace sus primeros viajes a Barcelona y Madrid, donde tiende vínculos de amistad y trabajo con editores, intelectuales y escritores.
Publica en Cuadernos para el dialogo la primera reseña aparecida en España sobre Conversación en la Catedral, a raíz de la cual conoce a Mario Vargas Llosa. Tras hablar con el editor Jorge Herralde, concibe la idea de entrevistar a los autores del boom que en ese momento viven en Barcelona: García Márquez, Vargas Llosa, y José Donoso.
1970
Fija su residencia en Barcelona.
“Los Charcos” es publicado en la antología Trece cuentos colombianos, compilada y prologada por Nicolás Suescún, y publicada por la editorial Arca de Montevideo.
1972
Publica El Buitre y el Ave Fénix, conversaciones con Mario Vargas Llosa (ensayo y diálogo, Anagrama, Barcelona) y su ensayo Sobre Gombrowicz: Gombrowicz y La seducción. (Barcelona: Anagrama). El crítico Jesús Benítez Villalba hace una reseña del libro sobre Vargas Llosa, en el mismo año de 1972, en la revista Anales de literatura hispanoamericana, donde refiere que: “Nos encontramos ante un libro de capital importancia para la mejor y más auténtica comprensión de las últimas producciones de autores hispanoamericanos en materia narrativa. Es un análisis en profundidad de la teoría literaria subyacente en las novelas que han protagonizado la gran explosión y renovación de la novelística cuyo origen se localiza en Hispanoamérica”.
Entra en contacto con Julio Cortazar, quien acepta ser entrevistado para un nuevo libro de conversaciones, lo que nunca será llevado a cabo.
1978
Publica una versión de Silvia, de Nerval, con un amplio estudio sobre el poeta, en J.R.S. editor.
Escribe de un tirón su primera novela: Prytaneum.
1980
Prologa una nueva versión de La historia de Venus y Tannhäuser, o Bajo el monte, de Aubrey Beardsley, aparecida en J.R.S. editor
1981
Traduce la novela de Pieyre de Mandiargues Al margen (Bruguera, Barcelona), que será reeditada en versión revisada en el 2001 (Altera, Barcelona).
Aparece Prytaneum en el Instituto colombiano de cultura, Bogotá, que dirige Juan Guatavo Cobo Borda.
1982
Aparece su segunda novela, titulada Las ciento veinte jornadas de Bouvard y Pécuchet, (Barcelona, J.R.S.editor).
1983
Gana la Beca Nacional para el fomento de la creación Artística y Literaria, concedida por la Universidad de Antioquia, con un proyecto novelistico sobre la vida en Paris de José Asunción Silva, que se sitúa en el origen de la biografía sobre el poeta que publicará nueve años más tarde.
1984
Publica Acusados: Flaubert y Baudelaire , -- o de cómo, en el año de 1857, Madame Bovary y Las flores del mal fueron llevadas ante el tribunal—con el dossier completo de los procesos (ensayo, Muchnik editores, 1984). Además de un ensayo sobre la situación literaria y política en el año 1857, enfocada desde el ángulo de la teoría de la recepción, el libro reúne todos los documentos de los procesos (en lo que sigue siendo el único que existe hoy en día) traducidos al español.
Conoce a su mujer, la poeta y traductora Rosa Lentini, hija del médico y poeta Javier Lentini.
1986
Traduce una novela de juventud de Flaubert: Noviembre: fragmentos de un estilo cualquiera con notas críticas y una apostilla de él mismo.
1987.
Traduce y prologa el primer corpus importante de la correspondencia de Flaubert vertido al español: las Cartas del viaje a Oriente (Barcelona : Laertes Ediciones).
1988
Con el trabajo titulado “La novela colombiana después de García Márquez”, un enfoque inspirado en la Teoría de la recepción, participa en el Manual de literatura colombiana, publicado en dos tomos por Planeta colombiana.
Gana el Premio de Novela de Navarra con la novela El Pasajero Benjamín, con un jurados compuesto por Luis Suñén, Antonio Muñoz Molina y Soledad Puértolas. Según declaraciones de Muñoz Molina para el Diario de Navarra: “El pasajero Benjamin, de Cano Gaviria, es sin duda uno de los más agudos libros que haya escrito un narrador colombiano, bello y desgarrado, desde la llegada hasta la frontera hasta el momento en que Benjamin “lanzó un suspiro de alivio y cerró los ojos tras sus espesas gafas de miope”.
1989
Se publica El Pasajero Benjamín (Pamplona, Paniela). Aparece en Colombia su libro En busca del Moloch (Bogotá, Tercer Mundo editores) que incluye las nouvelles “Noticias del altozano”, “En busca del Moloch” y el relato “Las flores del retorno”.
1990
Descubre en Paris, en los archivos del Museo Gustave Moreau, la carta que José Asunción Silva le escribió en francés al pintor, el 1 de febrero de 1890, exactamente cien años atrás.
Participa en la edición de la Obra Completa de José Asunción Silva en la colección Archivos, con dos trabajos sobre el poeta, y abundante material documental y gráfico.
1991.
Aparece su novela Una Lección de Abismo (Barcelona, Versal). La poeta Maria Mercedes Carranza escribió en Semana: “El clima de pesadilla que logra crear Cano Gaviria trae a esta cronista remembranzas del Henry James de Una vuelta de tuerca; la ambigüedad entre delirio, sueño y realidad, el turbio acceso a la alucinación, los desdoblamientos y el peso mortal de hechos pasados”. La crítica argentina-barcelonesa Nora Catelli dijo en El País de Madrid: “Un libro que tiene de sencillez y de complejidad lo justo para resultar de grata lectura, sin ladear ni el interés ni el siempre complicado universo del amor”.
1992
Publica La vida en clave de sombra de José Asunción Silva (biografía, Monte Ávila Editores), en la que se mezclan, de forma afortunada, la seriedad historiográfica y la contundencia narrativa. El crítico mexicano José Ricardo Chaves escribió, en la revista Vuelta Número 201 de 1993, lo siguiente: “Usando la novela De sobremesa como referencia inevitable, un escritor también colombiano, Ricardo Cano Gaviria (1946), consumó lo que sin duda es el intento más completo y mejor logrado hasta ahora de reconstrucción biográfica de Silva. No estudia la relación entre la consumación de vida y la obra de una forma ingenua que considere la obra como simple proyección de lo biográfico (identificación del protagonista con el autor). Tampoco cae en el vicio opuesto y complementario de rechazar lo biográfico para favorecer enfoques formalistas”.
1993
Codirección de la revista Hora de poesía con Rosa Lentini. La editorial venezolana Monte Ávila reedita, en edición latinoamericana y en versión revisada, la novela sobre Benjamin con el nuevo título de El pasajero Walter Benjamín.
1994
Con Una Lección de Abismo gana el Premio Pedro Gómez Valderrama a la mejor novela colombiana publicada en el quinquenio 1988-1992, siendo jurados Álvaro Mutis, Adolfo Castañón y Héctor Arraiz Lucca. En el acta del jurado se lee: “la destreza en la evocación, con todos sus secretos y laberintos, del universo de la infancia, sin soslayar su crueldad, las leyes, los ritos y las complicidades que rigen las cofradías adolescentes”. Aparece su cuento “Historia del hombre que se sentía viejo” en el libro antológico Veinte ante el milenio: cuento colombiano del siglo XX (Selección, prólogo y notas de Eduardo García Aguilar. México, UNAM.)
1995.
Por iniciativa de Miriam Vergara, de Colcultura, es invitado a los premios nacionales de cultura 1995, como jurado en el apartado novela. Es la primera vez que visita el país después de casi treinta años de ausencia.. “Ese regreso -cuenta el propio Cano Gaviria- fue un trauma gordísimo, pues no reconocí nada del país... Todo estaba cambiado. Me encerré en el hotel y la gente venía a visitarme. Algunos creo que temían que me suicidara”*.
1996
Invitado por la Casa Silva, vuelve a Bogota en mayo, en compañía de su mujer, para asistir al centenario de la muerte de José Asunción Silva. La portada del Magazín dominical del Espectador, del 10 de marzo de 1996, reza: "Cano Gaviria, regresa el ausente". En el congreso celebrado en la casa Silva, lee su ponencia de inspiración benjaminiana: “Por un poeta sin aureola”.
Funda en compañía de Rosa Lentini Ediciones Igitur, bautizada así en homenaje al poema del mismo nombre de Mallarme.
1997
Inaugura en Ediciones Igitur una Colección Igitur/Mito de autores Colombianos, en homenaje a la revista Mito y con la intención de difundir a los autores colombianos en España. Gracias al interés de Miriam Vergara, de Colcultura, se publicaron tres títulos que tuvieron una gran acogida: Contextos para Maqroll de Álvaro Mutis (edición y presentación de Cano Gaviria); Antología poética, seguida de cartas de Cernuda, Aleixandre y Salinas, de Fernando Charry Lara (edición de Cano Gaviria); Si mañana despierto y otros poemas, de Jorge Gaitán Duran.
1998
Compila y edita Ediciones Igitur el libro Cien años de Mallarmé: (Igitur y otros poemas), con prólogo de Cintio Vitier y epílogo de Pilar Gómez Bedate (Tarragona, Ediciones Igitur), el único homenaje en forma de libro que se le rindió en España a Mallarmé en el centenario de su muerte.
2000
Traduce y epiloga el libro de cuentos De la tierna edad de Valéry Larbaud (Tarragona, Ediciones Igitur), uno de los autores franceses que Cano Gaviria, con sus traducciones y ensayos, ha contribuido a difundir en el contexto cultural español. Nueva edición de El pasajero Walter Benjamin (Tarragona, ediciones Igitur), a propósito de la cual el escritor Enrique Vila Matas escribió, en el diario El País de Madrid del 26 de octubre de 2000, lo siguiente: “el misterio que encierra esas últimas horas de Benjamin en su cuarto de hotel de Portbou es tan grande que a todos nos permite imaginar lo que pudo vivir y pensar el escritor berlinés en sus últimos momentos. Es lo que precisamente hace Ricardo Cano Gaviria en su novela El pasajero Walter Benjamin (Igitur, 2000), una novela que se reedita ahora, 11 años después de su primera aparición. Recuerdo que cuando fue editada en 1989, Jordi Llovet me la recomendó con entusiasmo y que pensé en leerla inmediatamente, pues si Llovet -exigente al máximo en libros relacionados con autores que como Benjamin se han pasado la vida estudiando- recomendaba aquella novela, podía estar yo bien seguro de que la novela era buena, como acabo de comprobar estos días; he tardado 11 años en leerla pero nunca es tarde si la dicha llega, se trata de una elegante y muy sutil recreación de las horas que precedieron a la muerte por morfina del escritor que oficialmente murió de "hemorragia cerebral" en aquel hotel de frontera de Portbou. (.) Creo que esa imagen de abismo y destello que encontramos al final de El pasajero Walter Benjamin va a valer más que las mil y una palabras que se pronuncien en ese congreso que ha organizado estos días
2001
Invitado por el Instituto Caro y Cuervo, participa con Rosa Lentini en el Segundo Congreso de poesía escrita en lengua española, desarrollado en Bogotá entre el 13 y el 17 de agosto del 2001, en las sedes del Instituto.
Presenta en Bogotá, con Juan Manuel Roca, la primera edición colombiana Una Lección de Abismo, publicada por Alfaguara de Colombia.
Con Rosa Lentini traduce del inglés Satán dice de Sharon Olds, que aparece en ediciones Igitur.
2002
Aparece la edición portuguesa de El pasajero Walter Benjamín: O passageiro Walter Benjamín, Antígona, 2002, y viaja a Lisboa para la presentación del libro.
2004
“Conversación sobre la peruanidad”, la primera reseña aparecida en España en 1969 sobre Conversación en la catedral, es recogida en el libro La llegada de los bárbaros, la recepción de la narrativa hispanoamericana en España, 1960-1981, de Joaquín Marco y Jordi Gracia, Edhasa, Barcelona.
2005
El cuento “La mosca” aparece en Cuentos y relatos de la literatura colombiana, Tomo II, selección y textos de Luz Mary Giraldo, Fondo de Cultura económica, Bogotá.
2006
Aparece, de manera simultánea en Colombia y España, su libro de relatos El hombre que rezó a Baudelaire (Barcelona, Igitur, 2006; Bogotá, Villegas Editores 2006). Incluye cinco narraciones: “El hombre que rezó a Baudelaire”; “Naturaleza muerta con flores, libros y llantos”; “Retrato de Esterlina de Varesse”; “La mosca”; “El viajero perdido”. El reconocido crítico español Masoliver Ródenas dice: “Y el libro culmina con el excelente entre excelentes El viajero perdido, como el anterior marcadamente narrativo, aunque dominado por lo onírico y por el déjà vu. El lector de El hombre que rezó a Baudelaire tiene la inquietante y reconfortante sensación de que todo está movido por una mano invisible. ¿El destino o la propia escritura de Cano Gaviria, donde los sueños alcanzan la apariencia de realidad y la prosa la difícil calidad de un clásico del género?
2007
Prologa el libro Dos puntos de Wislawa Szymborska (traducción del polaco Gerardo Beltrán y Abel A. Murcia Soriano) aparecido en Ediciones Igitur.
Se publica en Italia Il passeggero Walter Benjamín a cargo de Alessandro Rocco (Florencia, Le Lettere), y viaja a Florencia y Roma para la presentación del libro.
2009.
En la antología Mil años de poesía europea (BackList, Barcelona), a cargo de Francisco Rico y Rosa Lentini, aparecen versiones suyas de poemas de Mallarme, Victor Hugo y Apollinaire.
Termina su novela En una selva oscura.
Escribe el cuento: “Pagina en blanco”, sobre José Asunción Silva.
2009
El centro editorial de universidad de Caldas, en su colección El otro canon de la literatura colombiana, publica una versión revisada de El pasajero Walter Benjamín. Esta es la primera edición colombiana de la obra.
Anotaciones
* Comunicación personal del autor. ** Robledo Cadavid Juan Felipe. “Ricardo Cano Gaviria: un escritor más allá de las fronteras”. En:Literatura y cultura, narrativa colombiana del siglo XX. Volumen II, Diseminación, cambios, desplazamientos. Maria Mercedes Jaramillo, Betty Osorio, Ángela I. Robledo (compiladoras). Bogotá, Ministerio de Cultura, 2000. P:98-115. Comunicación personal del autor.